Eva, "madre de todos los vivientes". Forma parte de la pareja original. Según el proyecto de Dios, varón y mujer están llamados a ser "una sola carne" , en situación de igualdad, en un mundo humano y habitable, "un jardín" ; la relación entre ambos es armoniosa, la comunicación es transparente: "estaban desnudos...pero no se avergonzaban uno del otro" La sumisión de la mujer no pertenece al proyecto de Dios, es obra del pecado humano , del tipo de vida cananeo, simbolizado en la serpiente. La lucha es profunda: "Enemistad pondré entre ti y la mujer".
Sara es la mujer de Abraha. Le acompaña cuando sale de su tierra para dirigirse a Canaán . En época de hambre, bajan a Egipt. Abraham le dice a Sara: "Eres mujer hermosa. En cuanto te vean los egipcios, dirán: Es su mujer, y me matarán a mí, y a ti te dejarán viva. Di, por favor, que eres mi hermana" . Se produce un equívoco y el faraón la toma como esposa . "Es cierto que es hermana mía, hija de mi padre, aunque no de mi madre, y vino a ser mi mujer", explica Abraham . Sara, que es estéril , acepta tener hijos de Agar, la esclava , pero Agar, al verse encinta, la mira con desprecio Sara da a luz a Isaac: nada hay imposible para Dios. Finalmente Sara se impone y le dice a Abraham: "Despide a la criada y a su hijo" .
Rebeca es hija de Betuel, hijo de Milká, cuñada de Abraham . A través de diversas mediaciones se celebra su boda con Isaac: la persona que hace de intermediario , el encuentro junto al pozo, la reunión familiar que concluye: “Del Señor ha salido este asunto” , la decisión de Rebeca , la decisión de Isaac
Raquel es pastora. Se encuentra con Jacob junto al pozo. Este resulta ser pariente de su padre. Ella se echa a correr y lo anuncia a su padre . Jacob se queda trabajando en casa de su padre, que se llama Labán. Este tiene dos hijas: Lía, que es la mayor, y Raquel. “Jacob estaba enamorado de Raquel” , pero Labán hace trampa y le da las dos, diciendo: “No se usa en nuestro lugar dar la menor antes que la mayor” .
Asenat es una mujer gentil, hija de Poti Fera, "regalo de Ra", sacerdote del culto solar Se casa con José. Tienen dos hijos. Al tener el primero, dice ella. "Dios me ha hecho olvidar todo mi trabajo y la casa de mi padre". Al tener el segundo, comenta: "Dios me ha hecho fructificar en el país de mi aflicción" . Hay siete años de hartura y siete años de hambre. José había previsto la crisis y la gestiona: "haced lo que él os diga", dice el faraón . En los almacenes de Egipto había reserva de trigo.
Séfora, hija de un sacerdote de Madián, es la mujer de Moisés. Da a luz un hijo y le llama Guersom, pues dice: "Forastero soy en tierra extraña. María y Aarón murmuran contra Moisés por causa de la mujer cusita que ha tomado por esposa. Dicen: “¿Es que el Señor no ha hablado más que con Moisés? ¿No ha hablado también con nosotros?"
María, "la profetisa, hermana de Aarón" , celebra el paso del mar Rojo. Toma en sus manos un tímpano y todas las mujeres la siguen con tímpanos y danzando en coro. María entona el estribillo: "Cantad al Señor pues se cubrió de gloria, arrojando en el mar caballo y carro. Mi fuerza y mi canto es el Señor. El es para mi la salvación".
Débora es profetisa y juez de Israel. Se sentaba bajo la palmera entre Ramá y Betel, en las montañas de Efraím: "los israelitas acudían a ella en busca de justicia" . Mandó llamar a Barak y le dijo: "Recluta y toma contigo diez mil hombres de los hijos de Neftalí" , "el Señor entregará a Sísara en manos de una mujer".
Ana es la madre de Samuel. Su marido tiene dos mujeres. La otra, llamada Penniná, tiene hijos. Ana, no. “Su rival la zahería y vejaba de continuo” , “cuando subían al templo del Señor, la mortificaba. Ana lloraba de continuo y no quería comer”. Llena de amargura, ora al Señor: “Si te dignas mirar la aflicción de tu sierva y darle un hijo varón, yo le entregaré al Señor por todos los días de su vida” . Ana concibe un hijo a quien llama Samuel “porque, dice, se lo he pedido al Señor” . Entonces hace esta oración: “Mi corazón exulta en el Señor” .
Jezabel, se casa con Ajab, rey de Israel onvence a su marido para que deje al Dios de Israel y erija en Samaría un templo a Baal. Cuatrocientos cincuenta profetas falsos comen a la mesa de Jezabel. Una pertinaz sequía asola el país. Refugiado en la cueva del Horeb, el profeta Elías se queja ante Dios: “Los israelitas han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y han pasado a espada a tus profetas; quedo yo solo y buscan mi vida para cercenarla”